“Siempre estamos mirando el cielo”, dice Luis, el responsable de campo de Villota, como conclusión a una detallada respuesta acerca de las tareas que se acumulan entrada la primavera en la viña. Y es que el tópico no miente: la agricultura depende del tiempo que haga.
En estos primeros días de mayo de 2021, las temperaturas han subido y las lluvias han dado amplias treguas, así que hemos aprovechado para avanzar tres grandes labores. Empezamos por la espergura. Consiste en arrancar los sarmientos sobrantes, todas esas ramas que no aportan uva y que restarían vigor a la vid. Sobre todo los brotes que nacen del mismo tronco y que llamamos, muy gráficamente, “chupones”. Espergurar es un trabajo minucioso, que se debe hacer a mano, cepa a cepa.
Otra de las tareas es prevenir la aparición de hongos como el oídio y el mildiu, muy relacionados con la humedad (el tiempo, otra vez). La pasada primavera, la de 2020, fue tan lluviosa, que muchas viñas, en muchas zonas de España, sufrieron severos ataques de mildiu.
El tercer trabajo es el laboreo. Aramos la tierra para oxigenar, esponjar, controlar la aparición de hierbas… Pero antes de arar, lo que hacemos es decidir dónde, cómo y cuánto. Cada parcela es un pequeño mundo: cada una necesita una labranza a medida. Minuciosa y suave, nuestra forma de arar busca preservar la integridad del suelo y mejorar su armonía. Un suelo sano es la base de todo.
Mientras tanto, en vuestras pantallas…
Quizá habréis visto algunos cambios en la página web de Villota. También la hemos “laboreado” un poco. Hemos retocado algunos aspectos para mejorar, sobre todo, el proceso de compra. En la tienda online, hacer pedidos ahora es más cómodo, fácil, práctico y eficaz.
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